19.4.10

El colono y el colonizado

Errante contra las ideologías conservadoras que pretenden embalsamar y homogenizar el arte contemporáneo concurrí a mi curso semanal sobre algo así como ser un artista exitoso en el subdesarrollo.
No conforme con la tradición, con las fórmulas y categorías existentes, me he vuelto un piloto de pruebas y me di cuenta que para mantenerme a la altura de tal riesgo, también hay que cuestionar la firmeza de las cosas.
Ese mismo día observé que a pesar de la fuerte “caída” de algunos presupuestos institucionales (año del re-contra nombrado Bicentenario), muchos artistas siguen eligiendo al Centro Cultural Recoleta como un espacio irrefutable para exponer sus obras.
Juan Batalla instala ética en una de sus salas, a fuerza de ensamblajes de caucho (llantas de bicicleta) sobre madera, colocándose en el camino del grabado del rinoceronte acorazado de Alberto Durero, ese mismo que Umberto Eco muestra en su libro “La estructura ausente”, y ese mismo mamífero cuadrúpedo que ya se encuentra extinto.

A penas uno entra a la muestra, se encuentra frente a yuxtaposiciones y tejidos de caucho de presencia geométrica, torsiones, anudamientos, protuberancias y el uso de planos de color trabajados hasta el mínimo detalle como si fuesen los pliegues del uní-cuerno.

El desafió en esta era de artistas argentinos emuladores de occidente es encontrar originalidad en obras que hablen de algo o tengan algo que decir más allá de su belleza atrayentemente superficial. ¿O será que la belleza por sí sóla ya basta y yo no me he enterado?
De todas formas Juan logra coherencia poco vista antes y nos cuenta la procedencia de su obra, narrando que en estas o aquellas épocas del colono y el colonizado, el caucho fue una materia surgida en América para el juego de pelota y otros fines mágicos cerca del 1600 AC, muchos siglos después siguió su trayecto hacia la industria europea moderna.

¡Pero no teman, esta muestra no hace referencia a los cuernos de ningún animal! Se llama así por una de sus obras “El rinoceronte” (la que da título a la muestra), un tríptico blanco sintético y negro semi gastado, de grandes dimensiones, siendo su eslabón intermedio una maciza escultura con apoyo en el suelo.